martes, 10 de junio de 2014

El Docente como promotor de la inteligencia emocional del alumno


El docente como promotor de la inteligencia emocional del alumno



Una de las razones por la que el docente debería poseer ciertas habilidades emocionales tiene un marcado aspecto generoso y una finalidad claramente educativa. Para que el alumno aprenda y desarrolle las habilidades emocionales y afectivas relacionadas con el uso inteligente de sus emociones necesita de un “educador emocional”. El alumno pasa en las aulas gran parte de su infancia y adolescencia, periodos en los que se produce principalmente el desarrollo emocional del niño, de forma que el entorno escolar se conforma como un espacio privilegiado de socialización emocional y el profesor/tutor se convierte en su referente más importante en cuanto actitudes, comportamientos, emociones y sentimientos. El docente, lo quiera o no, es un agente activo de desarrollo afectivo y debería hacer un uso consciente de estas habilidades en su trabajo.

Los profesores son un modelo a seguir por sus alumnos en tanto son la figura que posee el conocimiento, pero también la forma ideal de ver, razonar y reaccionar ante la vida. El profesor, sobre todo en los ciclos de enseñanza primaria, llegará a asumir para el alumno el rol de padre/madre y será un modelo de inteligencia emocional insustituible. Junto con la enseñanza de conocimientos teóricos y valores cívicos al profesor le corresponde otra faceta igual de importante: moldear y ajustar en clase el perfil afectivo y emocional de sus alumnos.

No  podemos dejar toda la responsabilidad del desarrollo socio-afectivo del alumno en manos de los docentes, especialmente cuando la familia es un modelo emocional básico y conforma el primer espacio de socialización y educación emocional del niño. Además, incluso cuando el profesorado esta consiente  de la necesidad de trabajar la educación emocional en el aula, en la mayoría de las ocasiones los profesores no disponen de la formación adecuada, ni de los medios suficientes para desarrollar esta labor y sus esfuerzos con frecuencia se centran en el diálogo  ante el cual el alumno responde con una actitud pasiva. 

Por esta razón, padres y profesores deben comprometerse en estas tareas y, de forma conjunta, proporcionar oportunidades para mejorar el perfil emocional del alumno. Así pues, los padres en la relación con sus hijos deben adoptar lo que se conoce como un estilo educativo democrático en contraposición a otros menos beneficiosos como son el estilo autoritario, permisivo o de no-implicación. El estilo democrático requiere por parte de los padres una exigencia pero también una afinidad. Por un lado deben exigir el cumplimiento de las demandas acordes a la madurez del niño, pero a la vez incentivar la toma de decisiones, mostrar cariño y escuchar las  opiniones del niño y conocer sus gustos y preferencias.

El sistema educativo carente de una educación mental




El sistema educativo carente de una educación sentimental

En la sociedad actual en la que vivimos, en ocasiones se considera que el éxito académico depende de la inteligencia y la fuerza de voluntad del estudiante; dejando de lado la capacidad y habilidades emocionales de las personas.

En la vida no sólo nos manejamos con lo que podríamos llamar inteligencia racional sino también con una inteligencia emocional.  que son claves para percibir, evaluar, comprender y expresar diversos estados emocionales y autorregularlos. De esta manera, considero  fundamental promover el crecimiento no solo intelectual sino también emocional de los niños.

Reflexionar sobre el rol que desempeñan las emociones en la vida humana nos conduce a indagar qué es la inteligencia emocional. Goleman (2005) la define como la habilidad que posee toda persona para motivarse y persistir frente a las decepciones que puedan presentársele, como así también la habilidad para controlar impulsos y demorar gratificaciones, regulando el humor y evitando que ciertos inconvenientes o trastornos disminuyan la capacidad de pensar. A ello le agrega la capacidad por parte del ser humano de desarrollar empatía y abrigar esperanzas.


Es importante conocer qué sucede con estos aspectos en niños en situaciones desfavorecidas, que se desempeñan en un contexto escolar diario con grandes carencias emocionales tales como: falta de afecto y contención, escasa capacidad para interactuar positivamente con otros, insuficiente capacidad para manejar los impulsos emocionales, poca motivación y marcada problemática familiar y social. 

Es interesante destacar la importancia de la capacidad de actuar inteligentemente con respecto a nuestras emociones, confiando que estas cuestiones también pueden ser aprendidas, por lo tanto deben ser enseñadas desde los primeros años de vida escolar. Es en esta etapa donde se producen grandes desarrollos de índole física, emocional y cognitiva que afectan en la individualidad, percepción y respuesta por parte del niño al ambiente que lo rodea. 


Este proceso de nacionalización de la persona se delega actualmente en la escuela, hecho provocado por el debilitamiento progresivo de esta capacidad en la familia y por la presencia  de los medios de comunicación como nuevos agentes socializadores. Sin embargo al no haber vínculos entre la familia, la escuela y los medios de comunicación, surgen tensiones y desafíos que se agravan en la etapa secundaria 

Educación Emocional en el Aula

La Educación Emocional en el Aula



La educación emocional es una innovación educativa que responde a necesidades sociales no atendidas en las materias académicas ordinarias. La fundamentación está en el concepto de  emoción, teorías de la emoción, la neurociencia, la psiconeuroinmunología, la teoría de las  inteligencias múltiples, la inteligencia emocional, el fluir, los movimientos de renovación  pedagógica, la educación psicológica, la educación para la salud, las habilidades sociales, las  investigaciones sobre el bienestar subjetivo, etc.
El objetivo de la educación emocional es el desarrollo de competencias emocionalesconciencia emocionalregulación emocionalautogestión,inteligencia interpersonalhabilidades de vida y  bienestar. La práctica de la educación emocional implica diseñar programas fundamentados en un  marco teórico, que para llevarlos a la práctica hay que contar con profesorado debidamente preparado; para apoyar la labor del profesorado se necesitan materiales curriculares; para evaluar los programas se necesitan instrumentos de recogida de datos, etc.
Rafel Bisquerra


Las emociones tienen un papel muy importante en nuestras vidas hay una interacción permanente entre emoción, comportamiento y pensamiento, de tal forma que van retroalimentándose constantemente. Muchos problemas de la sociedad actual están relacionados con las emociones: ira, rabia, tristeza, odio que están en la raíz de muchos conflictos, ansiedad, estrés, miedos, fobia, estados depresivo, suicido, violencia, consumo de drogas, comportamientos de riesgo, etc. Todo esto justifica la necesidad de prestar atención a las competencias emocionales, entendidas como competencias básica para la vida.